Romerías de Mayo

Por Víctor Angel Fernández (Versión)

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Según la costumbre española de colocar en los lugares más altos cerca de las poblaciones una cruz con el fin de evitar epidemias o catástrofes naturales, el fraile franciscano Antonio Joseph Alegre, colocó, en la etapa colonial de la isla, una cruz en la elevación que marca el norte geográfico de Holguín (conocida como la Loma de la Cruz). Este hecho religioso es el que mucho tiempo después se convertiría en estas festividades donde tienen lugar todas las manifestaciones del arte y que comienzan precisamente con una peregrinación hasta donde se encuentra la cruz del fraile Antonio de Alegría.
A partir del año 1994, las Romerías de Mayo han resurgido por el entusiasmo de jóvenes de la Asociación Hermanos Saíz para unir lo nuevo con lo viejo, y hacer realidad su lema “Porque no hay hoy sin ayer”. Comienzan actualmente a las doce de la noche, con el hermoso desfile de coches desde el parque central de la ciudad de Holguín hasta el Bosque de los Héroes. Al día siguiente en la mañana el desfile inaugural arrastra a todo el pueblo de Holguín, y llevan con ellos la simbólica Hacha de Holguín. Luego concluye con un concierto en la cima de la Loma de la Cruz.
Todo Holguín está de fiesta entre el 3 y el 8 por la noche cuando bajan el Hacha de Holguín y la izan hasta el edificio más alto de la parte nueva de la Ciudad de Holguín, donde siembran un árbol para que continúe creciendo esta tradición. Se conjugan la tradición y la modernidad para convertir a la Ciudad de Holguín en la Capital del Arte Joven.
Miles de personas participan, tanto holguineros como creadores e investigadores de diversos países para vivir los festejos “en toda su extensión, hacia dentro o hacia fuera” y allí, como parte de las festividades, se presentan proyectos relacionados con el rescate de las tradiciones culturales y otros que reflejan la transición y la trasmisión de padres a hijos de la herencia cultural, mientras que exposiciones fotográficas y de obras de la plástica, invaden galerías y espacios públicos de la ciudad, mientras la danza llega tanto por parte de profesionales como de los aficionados pues en Romerías el público baila espontáneamente al provocativo ritmo de tambores o de las orquestas.
Fuente: www.ecured.cu
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