Matanzas y sus calles
Por Victor Angel Fernandez
ME GUSTA
(2)

En sus más de 300 años de fundada, la llamada Atenas de Cuba, atesora muchas curiosidades, desde el sobrenombre hasta los nombres cambiantes para sus calles. Mientras que en otras provincias sus “viejos” caminos fueron bautizados desde los tiempos iniciales de los asentamientos coloniales en esos lares y hoy se mantienen, en esta provincia, las denominaciones tienen poco más de un tercio del tiempo de fundada que tiene la ciudad. Fue fundada en 1693, entre los conocidos ríos San Juan y Yumurí. Nadie tendrá dudas sobre el hecho de que aquellos caminos originarios de la ciudad, tuvieron sus denominaciones, pero en una importante mayoría, fueron olvidados o simplemente, desaparecieron por la falta de uso. Según datos de actas del Cabildo citadino, realizado en los primeros meses de 1794, se tomaron nombres de personalidades conocidas para los bautizos correspondientes, proceder que era muy habitual en tiempos de la colonia, donde las calles se conocían principalmente por los propietarios de las haciendas y negocios importantes que allí se ubicaban dentro de las diferentes zonas del país. Algunos achacan los cambios a la muy antigua costumbre de bautizar cosas y lugares con el uso habitual que le dan sus pobladores y, con ello, violar cualquier tipo de regulaciones “oficiales” que quisiera imponer el correspondiente gobernador provincial. Otras veces, sucedió en la historia de Cuba con mucha frecuencia, que las primeras designaciones fueron con nombres de personalidades coloniales que luego, durante las guerras del siglo XIX, tuvieron una historia totalmente a favor del gobierno colonial y en otros casos, se vincularon a grupos de represión contra los afanes independentistas de la época. Río, Rica, Gelabert, Contreras, Morejón, Estévez, Baeza, por tillo o Roque, fueron algunas de esas primeras denominaciones, todos personalidades en la provincia. Cualquier matancero del barrio de Versalles, puede señalarte la calle Plácido, denominada en honor al bardo mulato fusilado por su implicación en los sucesos de la conspiración de La Escalera. Pero, ya serán menos o, a lo mejor ninguno, quien tendrá la capacidad de decirte el nombre del gobernador provincial que le diera su primer bautizo: el señor García Oña. Encontré en algunas informaciones consultadas para redactar estos recuerdos, que dos calles con nombres de cubanos ilustres: Bonifacio Byrne, reconocido como Poeta de la Bandera y Carlos de la Torre, uno de los científicos cubanos más importantes en los siglos XIX y XX, no han logrado que sus nombres “callejeros” sean reconocidos y así, la del poeta recibe el nombre popular de Contreras, persona destacada en la historia de la ciudad y la del científico, es conocida por Daoíz o Calle 75. Al decir de Argelio Santiesteban, reconocido estudioso de la lengua popular cubana, a los seres humanos nos encanta jugar a ser Dios, cuando de nombrar lugares se trata. Usted que conoce otras provincias, ¿por qué no se anima y comenta sobre algunos cambios de denominaciones callejeras, sea en las capitales provinciales o en los pueblitos de todo el archipiélago?
Sitio web:
MENSAJES ANTERIORES:
SUGERIMOS
Los túneles de La Habana
Península de Hicacos
Matrimonios que engrandecen la cultura cubana: Elvira Cape y Emilio Bacardí (Parte II)
editorial
