Ciclones y huracanes en Cuba

Por Víctor Angel Fernández

                             ME GUSTA   (2)

En mi casa siempre fuimos seguidores de Radio Progreso, por esa razón, mientras una gran parte de Cuba escuchaba “Fiesta a las nueve” por Radio Liberación, en mi casa seguíamos fielmente “Alegrías de sobremesa”, desde aquellos tiempos en que sus intermedios humorísticos eran realmente pequeños, hasta que después se conformara el edificio imaginario y varios personajes se conformaran alrededor de la vida de Paco y Rita, interpretados por Idalberto Delgado y Martha Jiménez Oropesa.
Pero en función del tema actual, fue destacado el padre de Paco, llamado Perfecto Carrasquillo e interpretado por Agustín Campos, quien se destacaba por sus exageradas mentiras, al auto proclamarse protagonista de muchos hechos de la historia cubana. La más repetida de ellas, tenía que ver con los huracanes. Ante cualquier apelación a la memoria sobre lo que había sucedido en tal o mas cual época, él refería habitualmente: eso sucedió… más o menos… EN EL 26… porque ese fue el año del ciclón…lo recuerdo por haberlo pasado frente a la Casa de Socorros de San Lázaro. Y por ahí seguía sus exageradas explicaciones.
Con diferentes grados de confirmación histórica, se recuerda en la historia cubana el paso de las llamadas tormentas de San Rafael, Santa Teresa y San Francisco, en los años 1692, 1768 y 1792, como algunos de los más fuertes que nos azotaran. Sus nombres, según se cuenta, respondían al día del santoral en que pasaban realmente sobre el archipiélago o, si se quiere, sobre la isla grande.
Ya en mis recuerdos y gracias a la memoria privilegiada de mi madre, los más terribles que ella viviera fueron el ya citado de 1926, en el cual, según contaba, unos rescatistas los sacaron del lugar donde vivían, cuando casi el nivel de las aguas los sobrepasaban. El otro al cual ella se refería fue el de 1932, del cual son famosos los daños extremos causados en el pueblo de Santa Cruz del Sur, el 9 de noviembre de ese año y que provocara el fallecimiento de unas 3000 personas.
Ya en el plano personal, la primera conciencia de un ciclón la tuve con el Flora, que azotara la provincia de Oriente en octubre de 1963 con fortísima incidencia en las hoy provincias de Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, dibujando un número cinco en su trayectoria y provocando la muerte a más de 2000 personas así como graves daños materiales.
Ya más acá y a propósito del ciclón que afecta a México en estos días de junio de 2024, recuerdo otro con nombre similar, Alberto y que nos afectara en junio de 1982 y causando en La Habana algunas inundaciones extremas. Recuerdo un caso en particular, en el crucero de trenes de Luyanó, donde las aguas sacaron flotando un refrigerador industrial, de esos que existían en algunos bares y cuyas marcas en las paredes, hasta donde llegara el nivel del agua, existieron durante varios años.
De cualquier forma, los cubanos nos hemos ido haciendo un poco “expertos” en el tema y desde el primero de junio, hasta el 30 de noviembre, cualquier zona de nublados fuertes en el este del Caribe, enseguida nos introduce algunos miedos reales, donde mis recuerdos y los de muchos más, traen a la memoria historias que preferimos no se repitan.

Sitio web: --

MENSAJES ANTERIORES: