Feria Internacional del libro de La Habana (I)
Por Víctor Angel Fernández (Versión)
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Buscando explicaciones que sostenga los orígenes de este evento, es necesario remontarse al latín antiguo donde la palabra feria, proviene de los vocablos fesiae o festivitas, en tanto jolgorio o festividad y que luego de su evolución pasara a feriae, pues eso es precisamente lo que se ha querido siempre con estos eventos, o sea, momentos, días o períodos festivos en los cuales el centro sea el libro y con él la lectura, el conocimiento y, en general el desarrollo de la cultura en su más amplio concepto.
Estas fiestas del libro en Cuba, tienen su más lejano antecedente en la primera muestra celebrada entre los días 20 y 27 de mayo de 1937, en la explanada de La Punta, el Malecón, el Paseo del Prado y en los terrenos que por entonces ocupaba la Cárcel de La Habana.
Participaron las principales librerías habaneras de la época: Minerva, La Moderna Poesía, Martí, Económica, P. Fernández, Labraña, La Casa Belga, La Divulgación Literaria, Sudamericana y Escuela Nueva, respondiendo al llamado de Emilio Roig de Leuchsenring y José Luciano Franco, quienes por aquella época desarrollaban una destacada labor de promoción cultural comunitaria, con la colaboración de otros intelectuales cubanos.
También estuvieron presentes, con exhibiciones propias, la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación, la Colonia Hebrea, la Revista Carteles, la Editorial Trópico y la Oficina del Historiador de La Habana.
Fue inaugurada con las palabras del entonces alcalde de La Habana, Antonio Beruff Mendieta, y del escritor Alfonso Hernández Catá. La parte artística estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica y de los Niños Cantores de Viena. La clausuró el doctor José María Chacón y Calvo, director de Cultura del Ministerio de Educación.
En años posteriores, se realizaron exposiciones y ventas de libros, destacándose las organizadas entre 1949 y 1950 bajo la guía de intelectuales como Raúl Roa y otras figuras de la cultura nacional republicana.
Luego de 1961 y la Campaña de Alfabetización, llegaron nuevas ideas, que incluyeron el establecimiento de una abarcadora política educacional, la creación de la Imprenta Nacional y el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, propiciando que el libro y la lectura, fueran conquistando mercados y el progresivo interés del público cubano. Ello favoreció de forma significativa el desarrollo de la industria editorial cubana y el progreso cultural del pueblo.
Continuará…
Fuente: http://www.ecured.cu
Sitio web: https://www.filhcuba.cu
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